La rosa de Jericó



La flor de Jericó tiene la particularidad de ser una flor seca, pero aun sin agua, poder estar viva. Se suele conseguir en cualquier floristería o por los rastros, y normalmente vienen envueltas en papel absorbente o de periódico, para mantener su hábitat seco sin humedad. 

Pero a pesar de parecer sin vida, cuando la sumergimos en agua, la flor seca empieza a abrirse poco a poco. Toma colores verdes por las puntas y el colorido se va extendiendo hasta que, en un periodo mas de o menos de tres horas, ya podremos observar como la flor está abierta y totalmente verde. Este proceso se puede hacer inversamente para volver a seca la flor.

La rosa de Jericó procede de los desiertos de Israel y Arabia, donde pueden vagar por el desierto mucho tiempo, incluso años, hasta que encuentra agua para florecer. Su cuidado es algo difícil, ya que, es su estado "verde" es muy propensa a crear hongo que acabaran infectando nuestro ambiente, esto se debe a que tenemos que mantenerla siempre en agua, al menos la base con las raíces, se suelen colocar sobre platos hondos para facilitar ventilación.

Existen algunas historias sobre esta flor, la cual decían que fue bendecida por Jesucristo.







También le acompañan historias de promesas, se decía que si introducíamos unas monedas al fondo del plato con la flor sumergida en ella, nuestra economía mejorará.



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