Colgué el teléfono y no encontré lo que buscaba. A lo lejos, aún mas lejos todavía, escuché una que quizás pudiera ser, pero no estaba a mi alcance, estaba lejos.
Llegué a la cafetería donde había quedado con unos amigos. Entré, caminé hasta la barra, al fondo del local estaban todos, riendo y contando anécdotas pasadas. Pedí una pinta de cerveza y fui con ellos.
Entre sorbo y calada pasamos un buen rato, hasta que me decidí a contarles mi problema, aquello que buscaba y no encontraba. Uno de ellos, ¿o fueron dos?, o quizás fueron todos, me acabaron diciendo que buscara en internet.
Llegué a casa, preparé café y fui hasta el escritorio. Me senté frente ante ese ser tan desconocido por mi, el ordenador, ese aparato que me regaló mi hija por navidades.
Enchufé la batería a la corriente y encendí la máquina. Pulsé sobre internet exrroler, ¿o enplorer?, ¿ o explorer?, la verdad no lo recuerdo.
Mis amigos me dijeron que buscara google, pero al ponerlo en la pantalla, me salía una y otra vez la misma página, hasta que me di cuenta que aquella web era la de google. Pensé que en vez de poner google en el recuadro blanco podría poner lo que tanto buscaba. Allí aparecía de todo, sobre todo en aquellas web de anuncio clasificados, donde había mucha gente que buscaba lo mismo que yo, hasta que por fin lo encontré, aquel anuncio me dio aquello que quería y añoraba.
"se vende discografía de Nina Simone, todos sus vinilos y extras adicionales, vendo lote completo o por separados, precio a convenir, escribeme un email o llamame por el teléfono de contacto"
Por fin pude recordarla mientras escuchaba la música que nos unía y que llevó la armonía a tantos años de relación.
Enrroler? jejeje me gustó tu relato, suerte en el concurso :)
ResponderEliminar¡Que bonito y que personal! Me enternece esa bisqueda de los recuerdos.
ResponderEliminarBesos y mucha suerte
Nela